El orgullo de la pintura malagueña

Sin premeditación por mi parte, después de hacer una crítica un tanto cáustica de la actualidad artística (siempre visto desde el prisma de mi propia perspectiva), continúo abundando en la pintura, en este caso, de la mano de un artista malagueño digno de conocer y disfrutar, Fernando López Pascual, al que a partir de este momento definiré como maestro.
 
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Pescadores en el litoral malagueño. La imagen no hace justicia al original
 

Hasta el día 29 de mayo, cualquiera que se acerque por la sede del Colegio de Abogados de la provincia de Málaga podrá disfrutar de la exposición de algunas de las obras del maestro López Pascual. Los más afortunados podrán incluso adquirir cuadros que llevarse a casa, y digo afortunados y digo bien, porque López Pascual es uno de esos pintores a los que no se les resiste nada. ¿No suele decirse que un buen actor es aquel capaz de interpretar cualquier papel? Entonces López Pascual es un gran pintor, un pedazo de artista, diría yo, que plasma con sensibilidad bodegones florales, retratos, desnudos, escenas figurativas, animales, escenas costumbristas y personas con la misma habilidad.

López Pascual tiene la capacidad inusitada para captar la luz y atraparla en sus lienzos, tanto que bien pudiera parecer que, al apagar las luces, el cuadro continuará iluminado. Posee una sensibilidad que nace en la mirada tierna y honesta de Fernando y queda imbricada entre los óleos con los que conforma sus pinturas.

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El juego de luces al que me refería

El Arte, decía el otro día, debe ser bello, en caso contrario, no es Arte. El Arte debe transmitir sensaciones, tocar el alma del espectador, en caso contrario, no es Arte. El maestro López Pascual reúne ambas cualidades y convierte al asistente en depositario del mensaje con cada uno de sus trazos.

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Pescador reparando su red
 
Amigos míos, os recomiendo asistir a esta exposición, breve pero indudablemente deliciosa, en la planta inferior del Ilustre Colegio de Abogados de Málaga. La sala permanecerá abierta entre las 8:30 y las 20:30 horas, de manera ininterrumpida, hasta el día 29 de mayo. Asistid, observad, disfrutad y después me lo contáis. No os arrepentiréis.