opinión

El orgullo de la pintura malagueña

Sin premeditación por mi parte, después de hacer una crítica un tanto cáustica de la actualidad artística (siempre visto desde el prisma de mi propia perspectiva), continúo abundando en la pintura, en este caso, de la mano de un artista malagueño digno de conocer y disfrutar, Fernando López Pascual, al que a partir de este momento definiré como maestro.

El triunfo de los mediocres

          He llegado hace escasas horas de disfrutar con la adaptación para ballet de la célebre obra de William Shakespeare, Romeo y Julieta. La plasticidad, la belleza, la elegancia de los movimientos, perfectamente estudiados y ejecutados, ensayados hasta la extenuación por parte de los jóvenes pero enormes profesionales del Ballet del Bolshoi, la coreografía, el vestuario, la belleza, la fuerza, la pasión y la dulzura de las composiciones musicales de Segei Prokofiev me han conducido a una de mis célebres reflexiones que ahora comparto con vosotros.

A ti, querido conductor suicida...

A ti, querido conductor suicida. A ti que has decidido quitarte la vida sin que yo alcance a comprender por qué y no se te ha ocurrido idea más original que la de enfilar una carretera en dirección contraria para estamparte contra el primer desgraciado que circulaba en el sentido correcto de la marcha. A ti, que no solo has segado tu vida, sino la de personas inocentes que no tenían intención de abandonar este mundo tan pronto.

¡Feliz día de San Valentín!

Cuenta la tradición que San Valentin era un romano, galeno de profesión, que se hizo sacerdote y casaba a los elementos de la soldadesca (no entre ellos, mal pensados, sino con sus novias de toda la vida), a pesar de estar terminantemente prohibido por el emperador Claudio II, apodado El Gótico (según otros, "el misógino") que consideraba el matrimonio incompatible con la carrera militar.