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La Alcazaba malagueña es uno de esos monumentos históricos y emblemáticos que marcan la vida, costumbre y tradición de una ciudad. No en vano, gran parte de los acontecimientos que han acaecido en Málaga a lo largo de su dilatada historia se han producido al amparo del recinto amurallado.
Pero más allá de ser un emplazamiento defensivo, la Alcazaba es para Málaga un icono turístico y representativo de la propia ciudad. Tal es su importancia que, al igual que ya se hiciese con otro monumento emblemático andaluz, la Alhambra de Granada, Diego Ceano ha querido emular al genial escritor y viajero Washington Irving y realizar su propia colección de cuentos, para darle esa importancia literaria de la que hasta el momento carecía.
En Cuentos de la Alcazaba el autor hace gala de su ingenio e inventiva para conseguir enlazar una colección de historias que se degustan al más puro estilo tradicional. Y así, desde fantasmas a ladrones, pasando por asesinatos, amores, desamores, odios, envidias o heroicidades, todo tiene cabida entre los muros de piedra que delimitan el recinto. Un espacio que es mucho más que un monumento histórico: es un ente “vivo” que nos recuerda lo efímero de nuestras vidas y la importancia de nuestro pasado.