web oficial de Iván Martínez Hulin

El tren pasó...

El tren pasó y dejó atrás mi estación para siempre. Tú ibas a bordo. Uno ochenta, demasiada estatura para algo tan hermoso. Ojos azules, pelo rubio, descendiente de los mismos dioses nórdicos y de raíz sevillana por obra y gracia de un Dios caprichoso, para desdicha del corazón que late en este pecho dolorido.