No sabéis la emoción que supuso para mí poder firmar en la tienda de la que soy cliente habitual: la Librería Norma Cómics de Málaga. La perspectiva que tenía desde mi asiento, acostumbrado a ver las cosas en pie, la sensación de observar a los clientes entrar, las miradas de curiosidad… todo fue nuevo y maravilloso.
Me gustaría dar las gracias a los responsables y dueños de la tienda: Inma y Rogelio, que se volcaron, me dieron la oportunidad de ser parte de su negocio por unas horas y nos acompañaron toda la tarde. De todo corazón, gracias. A Mariló y Jesús, por confiar en el libro. A Alma, por participar en la preparación de la sesión. Fue una experiencia fantástica que, espero, podamos repetir algún día.
También me gustaría agradecer su presencia a Fran y Carolina, Lucía y Lourdes, por dejarse caer y apoyar a este escritor.
A Juan Luis, que pese a ciertos problemas de salud, se mantuvo estoico a mi lado toda la tarde. También tengo que agradecerte el display que estrenamos en la sesión de firmas. No hay palabras para expresar la profunda gratitud que siento hacia aquellos de vosotros que trabajáis, dais lo mejor y gastáis vuestro tiempo en mí motivados sólo por el cariño que nos profesamos. Gracias, amigo.
A Raúl López y a Zona Negativa, por anunciar el libro y la sesión de firmas. Es un lujo pertenecer a la familia.
A Paco y Ana, Lourdes, Mariló, Jesús, Gaby, Jesús y Mariló (bis), Daniel y, como no, a Inma y Rogelio, y todos aquellos que confiaron en mí y se llevaron el libro firmado a casa. Ahora sólo me queda esperar que lo disfrutéis.
A los conversadores anónimos que estuvieron ofreciendo su intimidad, su vida y sus curiosidades sin recelo. Gracias.
Y, por último, señalar que luchamos contra el puente del Día de la Hispanidad. No ha sido fácil, pero sí gratificante.
A todos, en definitiva, de todo corazón, mi más sincero reconocimiento.
Como dijo James T. Kirk: “Ha sido divertido”.
En la foto: Pernille Zacho Gross Skanborg con la tienda de fondo.
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