El por qué del orgullo en el Día de la Hispanidad
Quería que este texto hubiera aparecido el Día de la Hispanidad, pero por razones de agenda, ha sido imposible. Llega un día después y bastante más resumido de lo que me hubiera gustado.
Quería que este texto hubiera aparecido el Día de la Hispanidad, pero por razones de agenda, ha sido imposible. Llega un día después y bastante más resumido de lo que me hubiera gustado.
..., que caen por su propio peso.
Este es uno de los tanques rusos que están participando en la invasión de Ucrania y que según nuestro "excelso" ministro Garzón, las "buenas" gentes del cine como Bardem, y Unidas Podemos son fascistas imperialistas y no comunistas.
A veces una imagen vale más que mil palabras.
Cuando falleció Almudena Grandes guardé silencio.
Asómbrense, queridos lectores. Ahora resulta que Putin no es comunista. Ojo al dato, que hubiera dicho un grande. No, señores, se equivocan. Rusia no es un régimen comunista. Es un régimen no democrático, pero en ningún caso es comunista y su líder, por ende, tampoco.
Muchos de vosotros, jóvenes del 2022, pensabais que la libertad, la dignidad y la honorabilidad eran gratuitas. Es normal. Habéis nacido y crecido en un período de larga paz, afortunadamente para vosotros. Pero esa paz, esa libertad y esa dignidad de la habéis gozado no eran gratuitas. Nunca lo fueron.
El otro día (22 de febrero de 2022), colgué en mis redes sociales un pequeño análisis de lo que estaba sucediendo entre Rusia y Ucrania desde mi humilde punto de vista. Lamento no haber equivocado mi análisis; ojalá hubiera sido así:
Dada la actualidad y la fecha que acabamos de dejar atrás, no son pocos los románticos nostálgicos que siguen reivindicando y mitificando la II República que gobernó España.
Creo justo escribir sobre ello porque, como sucede con buena parte de la realidad histórica de nuestro pasado inmediato, entre aquellos que subvierten la historia y aquellos que la desconocen, la ensalada está servida.
Haré un brevísimo resumen de lo acontecido.
Hijos de la democracia estamos dormidos. He querido recordar en algunas de las entradas anteriores que la democracia y, por ende, la libertad, no son gratuitas. En su día costaron sangre, sudor y lágrimas a muchos individuos, garantistas de las mieles de las que disfrutamos hoy.
Esta vez no voy a escribir para los lectores de esta página, que están bien instruidos y conocen la historia de su país y, en mayor o menor medida, del mundo. No, esta vez voy a escribir para los analfabetos, los imbéciles y los malvados que intentan inculcarnos el pensamiento único.
OBJETIVO A DERRIBAR: LOS VALORES
Decían en la película Sospechosos Habituales que “el mejor truco del diablo es hacer creer que no existe”. En el caso que voy a tratar hoy, el de los valores humanos, no es tanto hacernos creer que no existen, sino pervertirlos, desvirtuarlos y vencerlos a base de normalizar cosas que jamás deberían ser consideradas normales. Atención, que no hablo de religión o de moral (en todo caso, de ética), hablo de los valores humanos fundamentales que, en teoría, son comunes a todas las personas dispuestas a convivir juntas.