Concurso de relatos vampíricos del Proyecto Lecturas Viajeras - 2ª Parte

Cinco relatos más de los chavales del proyecto Lecturas Viajeras de ARCE.

Feliz y terrorífica lectura.

 

UN SUEÑO PARA MORIRSE

En el colmo de la noche decidí dar una vuelta alrededor de la ciudad, pensando en quién sería mi víctima, si niño, caballero, o dama de sociedad, cuando de pronto sentí un olor ya conocido, ese olor fresco de sangre recién elegida. Pronto me dirigí a ver quién era mi camarada, tal vez me invitara a su festín y me aliviaría de la molestia de buscar mi propio vino. Seguía el rastro guiada por el fino tacto de mi nariz especialmente agudizada para estas ocasiones, cuando me di cuenta de que me dirigía hacia ese callejón oscuro que ni siquiera los demonios se atrevían a cruzar.

Más sin embargo yo, que no mortal ni demonio soy, me aventuré y decidí seguir aquel rastro de una sangre tan dulce y tan embriagante como ninguna. Seguía caminando por aquel callejón y poco a poco las paredes mostraban conjuros y siluetas de ritos. En el piso, sangre seca. Debo decir que pensé por un momento en regresar, pues la sangre seca, al contrario de la fresca, me provoca náuseas; sin embargo seguí adelante. El frío que ni siquiera nosotros los vampiros sentimos, comenzaba  a helar. De pronto el callejón se iba haciendo más angosto, casi las paredes estaban sobre mí y, aún así, seguí caminando. De pronto una puerta  era  el final de ese callejón. Decidí tocar, pero nada sucedió  por lo que atrevidamente entré en ese sitio. Un lugar grande y frío, ya viejo pues las arañas tejían sus casas por todos lados, y los muebles tronaban solos, símbolos de humedad. Caminé un poco y vi que por el techo un leve rayo de luz de luna alumbraba a mi camarada. El olor de la sangre que yo seguía ahora era casi insoportable, quiero decir, escasamente podía mantener mi estómago quieto ante tal sabor, me acerqué y galantemente pregunté “¿me invitarías a beber contigo tan magnífica sangre?” Mi camarada no volteó, nunca supe si era varón o fémina, solo se apartó  de la víctima, que aún estaba agonizante y dijo: “bebe lo que queda, sacia tu sed”. Cortésmente agradecí y me acerqué  para comenzar a beber. Tomé el rostro de esa pobre mujer  y al mirarla a los ojos… ¡desperté! Aquel sueño donde muero otra vez…

Valeria Alcántara.

 

"SIN TÍTULO"

Me desperté cuando ya no hacía ni una pizca de sol y me dirigí hacia donde estaban los príncipes vampíricos para que me confiaran una importante mision.
 Me presenté ante los príncipes y esperé hasta que  me revelaron mi próxima acción :
-Lenah , mis compañeros y yo hemos decidido , después de observar tus numerosas hazañas , adjudicarte una peligrosa misión. No dudamos de tu valentía , pero aun así no irás sola. Te acompañará Adrián.
-¿Adrián?¿¡Qué!? No puede ser , sé que puedo hacerlo sola , sea lo que sea. No  pienso ir con ese vampiro que lo único que hace es seducir a las humanas para luego chuparles las sangre ¡no pienso ir…!
-¡Lenah! ¡A callar! ¡Las normas las ponemos nosotros! No permito que nadie me levante la voz. Irás con Adrián quieras o no , y punto.
-Vale-dije no muy conforme.
Luego me dijeron de qué se trataba la expedición  y el vampiro tonto y yo nos pusimos en marcha , ya enfadados :
-Lenah , tenemos que ir por allí -dijo en tono mandón.
-Y yo digo , Adrián , que por allí no es , porque por allí se llega a San Francisco , pero en cambio si vamos por allí llegaremos a Los Angeles , y nos dirigimos a Palm Springs , nuestro destino.
-No lo creo , pero bueno por esta vez te hago caso , pero eres una idiota ,idiota.
Y emprendimos nuestro viaje. Llegamos al hotel en el que nos hospedaríamos las siguientes semanas.
Antes de irnos, los príncipes nos anuciaron que Adri y yo teníamos que parecer una pareja feliz y compartir suite , aunque no tendríamos ni tiempo para dormir , total.
El botones cogió nuestro ligero equipaje y nos llevó a nuestra habitación.
-Lenah , deberíamos primero descansar un rato y luego planearlo todo.
-No tenemos tiempo para tal privilegio.
-Yo creo que sí.
 Y sin decir nada más se quitó los zapatos y se echó en la cama , mientras yo me ponía a estudiar nuestra próxima acción.
Todo estaba oscuro. Abrí los ojos y sentí estar en algo blando , cómodo. También sentí que una mano rodeaba mi cintura ¿qué es esto? Pensé . Miré de dónde provenía la mano, Adri , y me deshice de ella en un santiamén. Luego me levanté, miré por la ventana y… exacto, era de noche.
Gemí.
¿Qué había pasado , cómo había llegado a la cama , y por qué Adrián me rodeaba la cintura si me odiaba? Todo era lioso. Así pues , abrí la ventana y salté de un quinto piso. Antes de poder planear nada , debía alimentarme. Fui a un hotel cercano , no me iba a precipitar y matar a alguno de mi hotel.
Cogí a una mujer de mediana edad y le clavé los colmillos. Normalmente no mataba a nadie , sino que bebía una cantidad limitada para no matar al sujeto, pero esta vez necesitaba demasiada sangre.
Llegué con mi presa al hotel y Adrián no estaba. Había una nota que rezaba : Idiota , he ido a desayunar al buffet del hotel.
Y pensé “¡será idiota!” Si es de noche, ¿cómo va a desayunar si los humanos están cenando?
Me puse a trabajar.
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!!
-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!!!!!!!!! – grité con fuerza mientras me abalanzaba sobre mi oponente.
-¡Eeh! Lenah , sólo soy yo . La verdad no creí que fueras tan asustadiza ¡ ja , ja! – rio.
-Y yo no sabía que fueses tan imbécil , ponte al trabajo – exclamé indignada.
 Planeamos durante horas y horas , días y más días… hasta que después de dos semanas ya teníamos todo bien planeado para que empezara la acción.
-¡Por fin!- dije alegre , mientras me levantaba eufórica.
-¡Uff! ¡Qué trabajito , pero al final lo hemos conseguido! ¡somos unos cracks!
 Y nos fundimos en un abrazo que bien podía tener un poquitín de amor. Nos separamos vergonzosamente y preparamos los cachivaches para ir de caza. 
Dos horas y media después estábamos en el desierto de Palm Springs , esperando la llegada de un villano , que creía que nos iba a estafar..
Hacía mucho calor , una carretera larga y solitaria por donde llegaría nuestro “amigo”.
Llegó. Sonrisa maligna. Gafas oscuras. Ropaje negro. Él.
 Adri se acercó a mí, me rodeó la cintura (últimamente lo hacía mucho) y me dijo:
-Idiota , yo voy a por él , quédate aquí y coge luego lo que nos robó a nosotros los vampiros.
-No , quédate tú , yo voy a por él.
-Voy yo-dijo enfurecido y con una chispa de algo en los ojos que parecía amor.
-No , ni de coña.
-Que sí.
-Que…
No pude terminar la frase. Sus labios estaban sobre los míos. No fueron ni cinco segundos , pero decidí que eran los mejores de mi vida.
Luego nos enfrentamos a nuestro destino , un villano , mejor dicho , un vampiro.

Mavi García.

 

"SIN TÍTULO"

Diario.

Hola me llamo Jack y ésta es mi historia:

Todo comenzó en una tarde de un invierno que mucha gente calificaría como un invierno cualquiera, pero para  mí no lo fue ni mucho menos, en esa maldita estación me cambió la vida.

Yo acababa  de salir de mi entreno diario de  voleibol, me apetecía tomarme algo dulce, así que fui a una panadería cercana, pero estaba cerrada (qué mala suerte, pensé en ese momento) así que me  fui a una  que se encontraba dos o tres calles más abajo.

Entré, y no había nadie, y se  me ocurrió la estúpida idea de tocar el timbre que había sobre la mesa y, como siempre, no apareció nadie hasta después de un rato. Entró un hombre de  descripción muy difícil, pero intentaré expresarla lo mejor que pueda: tenía el pelo negro carbón y los ojos de un color que no es muy usual en los ojos de un humano (bueno, humano, llamémoslo así mientras tanto), un color como rojo caramelizado. Tenía la piel blanquecina, se le notaban las venas más de la cuenta.

Le pedí una magdalena de chocolate y nueces y se me quedó mirando. Después de un rato bajó la mirada y me la trajo, pero lo raro es que no me la dio desde el mostrador sino que se vino  delante de mí y me la dio. Le pagué y salí de ahí los más rápido que pude, pero no pude, en la puerta ya me  había cogido del brazo y me había mordido, sí, mordido. Por desgracia se trataba de un vampiro, una bestia mitológica, o eso dice la gente, pero muchos saben que no es así, sino que son tan reales como nosotros mismos.

Me desperté a la mañana siguiente en mi cuarto. Lo raro es que me había despertado con energía  en un día de colegio, me cambié y bajé a la cocina  a desayunar. Allí se encontraban mi madre y mi padre, que me ofrecieron un Cola Cao y una tostada, no me la tomé, directamente les dije que no y me fui a clase.

Mientras que andaba para el colegio estuvo a punto de pillarme un coche y lo esquivé de un salto por encima de él, en ese  momento me acordé de lo que me pasó la noche pasada. Me desmayé.

Al despertarme vi al señor de la panadería, que me estaba llevando del brazo y me condujo hasta un callejón. Entonces empezó a hablarme y me dijo que mi vida iba a   cambiar para siempre y que me había convertido en un semivampiro.

Llevo cuatro años alimentándome de sangre animal y todavía no he conocido a ninguno de los míos.

Ésa es mi historia hasta ahora.

Guille García.

 

"SIN TÍTULO"

Prólogo:

Día 17 de Mayo de 1915, Lugar: N/D ( no hay datos)

Un hombre avanza por un pasillo oscuro, muy despacio, trajeado y de piel blanca como la nieve, llega a una mesa de piedra, que ocupa unos 15 metros, y en su centro un ojo egipcio con unas 30 personas sentadas a su alrededor; se sienta; sus ojos, de color rojo sangre, miran al frente, hacia  el otro extremo de la mesa.  A través de ellos, distingue  caras amargadas, tan pálidas como la de nuestro hombre. Sus orejas, puntiagudas, lo escuchan todo, incluso el viento que sopla levemente en aquel lugar subterráneo. No tiene nariz, solo dos orificios nasales, como cada uno de los seres que están sentados, que ya tienen cierta edad. Cuando se dispone a hablar se revelan sus considerables dientes, sobresaliendo sus colmillos puntiagudos. Su lengua afilada y siniestra relame los colmillos antes de pronunciar la más mísera palabra.

Entonces, anuncia:

-Queridos hermanos. Nos hemos reunido aquí por una simple razón: Nos estamos extinguiendo, mientras que los chuchos barriobajeros, que se apoderaron de nuestra superficie, aumentan. Solo hay una solución, ¡engendrar más  seres como nosotros y matar a todos los perros de la ciudad! – tras finalizar, el hombre se levanta y da un puñetazo en la mesa. Ésta se parte por ese lado expandiendo polvo por todo el rellano. Justo después, todos se levantan y gritan al unísono- ¡Sí, señor!

El hombre se levanta y se acerca a una chica de unos 17 años. Le coge del hombro y la mira; es morena, con el pelo liso y largo. Sus ojos son rojos también y sus orejas puntiagudas, sin embargo, ella tiene nariz, es la única que aún la conserva.

-Tú, aún tienes nariz, ¿Cuántos años tienes?

-Pues,…. solo 123, señor. –responde la chica

-Perfecto, serás irreconocible, los humanos tienen nariz. Te encomiendo a ti la misión; necesitaremos unos 400 hombres. Como hasta los 220 años no se te caer la nariz, tienes 97 para completar la misión. Si estamos en 1915, en 2012, si no vuelves, no podrás volver  jamás. Te doy hasta el 31 de Diciembre de ese año.

-Lo comprendo señor…nos vemos.

De un salto la chica desaparece. El hombre sonríe y se marcha. Un minuto después los demás también se marchan. Todo queda oscuro y vacío.

EL RETORNO DE LOS HIJOS DE SATANÁS

Día 26 de Diciembre de 2012, Badajoz- España.

Suena el despertador. Ya son las 7. Aitor se levanta, como cada mañana, para ir al instituto; va a 2º de bachiller y las cosas no le van bien. En la primera evaluación le han quedado 3, y yendo a letras eso no debería pasar, según su padre. Aitor se levanta y se viste, como siempre, con su chupa negra y sus vaqueros oscuros. Si no fuera rubio y de pelo corto, su madre no lo dejaría salir así. Según ella ir así y ser moreno era de asesinos. “¿De asesinos? “ Pensaba él “Esta loca”.

Antes de bajar, mira el calendario, ¡es sábado! Se le olvidó apagar el despertador anoche. Entonces baja a desayunar, le espera lo de siempre, tostadas con mermelada azul (aún no sabía de que eran) y Cola-Cao. Aitor se sienta y mira, con sus ojos verdes selva, a su madre, que esta sentada al lado. Se rasca el cuello, donde tiene una cicatriz en forma de estrella de ocho puntas. Entonces abre la boca para hablar. Sus dientes blancos resaltan en la cocina y, antes de decir algo, se mete un trozo de tostada en la boca, lo mastica y se lo traga; deja la tostada en el sitio y abre la boca, ahora con los dientes morados (a él le resultaba extraño que si la mermelada era azul, quedaran los dientes morados), entonces si habla:

-Mamá, ¿cuánto me vas a dar para organizar mi fiesta de cumpleaños? Es la semana que viene, el día 4.

-No hace falta que me digas cuando es tu cumpleaños.-responde.

-Es que, mi verdadero cumpleaños es el día 6.

-Uy, es verdad, pero igualmente, no te voy a dar nada. Te han quedado 3 asignaturas, yo en mis tiempos…-A partir de ahí Aitor solo oye blablablabla…

-Pero…

-Ni peros ni nada…bueno, si ayudas a los nuevos vecinos  con lo que necesiten y por la tarde pasar el cortacésped por le jardín, me lo pensaré.

-¿De verdad? Gracias, lo hago ahora mismo.

Y nada más acabar la frase sale disparado a la puerta, la abre y se va. Llega a la casa de al lado y ve el camión de mudanzas blanco, con las iniciales “Flash Teleport”, un nombre sin mucho sentido. También ve un gordo vestido como habitúan vestir los que llevan la carga, camisa blanca y pantalones de chándal azules, llevando un armario hacia dentro. Tras mirar el camión, posa la vista en la casa. Es un dúplex, como la suya, pero en vez de blanca con el tejado azul es beis con el tejado amarillo. Por lo demás, eran iguales. Entonces Aitor llama al timbre. Le abre una mujer, de la edad de su madre, pero sin tantas arrugas. Le mira y le sonríe.

-Hola, debes de ser el vecino, tu madre dijo que nos ayudarías con las mudanzas. Pasa a ayudar a mi hija con su cuarto- Entonces le agarra del brazo y le susurra al oído- Es adoptada, así que no hagas comentarios extraños.

Él
asiente y sube hacia arriba. Al subir ve a una chica en la habitación de enfrente abriendo cajas. Entonces entra.

-Hola, soy Aitor, el vecino, vengo a ayudarte.

-No lo necesito- De repente la chica empieza a dar saltos ala velocidad del sonido y arregla la habitación. -¿Ves?

-¿Como has hecho eso?… ¿Qué eres?-Dice éste asustado

-Ya te lo explicaré después. Yo soy Natalia. Ahora ven- Natalia agarra a Aitor por la cadera y sale por la ventana pegando un salto. Al caer empieza a correr a toda velocidad hasta llegar la monte más cercano- Ya esta – Suelta al chico y éste cae al suelo de espaldas.- Eres todo mio- Entonces se le ponen los ojos rojos y le salen unos afilados colmillos de la boca.

-Debo estar soñando- Dice Aitor. Entonces se levanta coge un palo y le so estampa en la boca a la chica. Ésta se estampa contra el suelo, pero al segundo se levanta como nueva- ¿Qué quieres de mí?

-La cicatriz en forma de estrella de tu cuello, indica que eres el elegido para la próxima luna roja.

-¿Qué luna roja? ¿De qué hablas?

-Cada quinientos años, una luna roja que solo los vampiros y hombres lobo pueden ver, hace que seamos invisibles a vosotros, así que en los montes Pirineos, como esta escrito, nos enfrentamos para ver quien vive los próximos 500 años en la superficie y quien en el subsuelo. Supuestamente, un elegido con poderes mágicos, el cual será caracterizado con una cicatriz de ocho puntas en el cuello, decidirá el destino de éstos. Y ése eres tú.

-¿De verdad crees que me voy a tragar eso?, porque vale, lo de los vampiros y la guerra si, porque tu eres la prueba de ello, Pero, ¿yo el elegido?, y ¿haciendo magia? Eso no me lo creo.

-Me da igual lo que pienses, tienes que hablar con Magnum, nuestro líder, y nos vas a teletrasportar allí.

-Claro, ¿porque no?, a sí, porque no se.

-Agarra mi cintura. Ahora piensa en que vas a teletransportarnos al sitio en el que estoy pensando yo.

-Pero…

-¡Tu hazlo!

Día 26 de Diciembre de 2012, Lugar: N/D

Entonces, tal y como dijo Natalia, se teletransportan al oscuro lugar, donde años atrás, se habían reunido todos los vampiros. Natalia le dice que le siguiera, y así lo hace. Entonces llegan a una sala iluminada, pero con muy poca luz.

-Magnum, soy Natalia, no he traído los 400 hombres, pero si al elegido.

Entonces, el siniestro hombre que años atrás había dirigido la reunión sale a la luz.

-¡Con eso no será suficiente inútil!- Entonces coge una espada de piedra y atraviesa a Natalia. Una luz verde aparece y Natalia sale disparada.

-La has matado asqueroso- Dice Aitor, y asombrosamente, su pelo y sus brazos se prenden fuego. Pero antes de que lance una sola chispa, Natalia se levanta.

-¿Qué me has hecho? ¿Qué era eso?- Pregunta ella.

-Eso era la espada de Gabriel. A partir de ahora no puedes evolucionar como vampiro, no conseguirás tu súperfuerza, ni perderás la nariz para un mejor olfato de la sangre. Y por su puesto, estas desterrada. Llevate a tu elegido, no lo quiero. Saldré esta noche a por mi ejército.

Al escuchar eso, Natalia ruge, coge a Aitor y le dice que le teletransporte. Éste lo hace, y ambos se van. Vuelven al  mismo sitio del monte de antes y entonces, Natalia dice:

-Vamos a Lyon, allí estarán los hombres lobo hasta el día 30. El 29 nos teletrasportaras. Yo traeré una foto de allí para que la visualices. Vamos a vengarnos uniéndonos al enemigo. Mientras vendrás aquí y entrenaras tus poderes.

-¿No puedo decidir yo nada?

-No.

Día 26 de Diciembre de 2012, París-Francia

En un descampado barriobajero, un grupo de personas esta reunida. Son cientos, en un corro alrededor del fuego. Uno, muy moreno y con los músculos muy alzados empieza a hablar. Aunque habla para todos, mira, con sus ojos completamente negros, al fuego.

-El día 4 de Enero chicos, los demonios nos atacarán, como esta escrito, ya que es la luna roja, que solo se ve cada 500 años. Sabéis como ninguno, que en uno contra uno podemos con ellos, pero que si nos superan en número en un total de 3 contra uno estamos jodidos. Éste es mi plan…

-¿De verdad piensas que vamos a hacerte caso?-Grita un viejo del corro- Para que lo sepas, aunque siendo humano seas el más fuerte, en forma de lobo eres un cachorro. Te podría matar de dos zarpazos.

-Tendré solo 19 años, y seré un cachorro pero de estrategia se más que tú, abuelo. – Tras decir eso, el viejo se calla y vuelve a su sitio- Como decía, éste es mi plan: somos exactamente 600 hombres, así que formaremos  8 grupos de 75. Y atacaremos por todos los flancos formando una estrella de ocho puntas, aprisionándolos. Pero claro, hay que contar con los 35 hombres que hay escondidos en España. Ellos aguardaran por si perdemos personal. Cada tres que mueran, aparecerán 4 más; creo que así podemos ganar. ¿Quién está conmigo?

-¡¡¡Yo!!!-Gritan todos a la vez.

-Será un gran día…

Día 27 de Diciembre de 2012, Barcelona-Cataluña

Magnum y los 30 vampiros han ido por todo el país por la madrugada reuniendo gente. Ahora, ya es mediodía, y se han reunido todos los resultantes en un callejón de subsuelo.

-Tú, si tú, ¿Cuántos somos?- Grita Magnum

-Pues, unos 2000, señor- Responde.

-Perfecto. Todo sale como está previsto.

Magnum se empieza a reír y junto a sus 2000 hombres, sale corriendo hacia los Pirineos, donde planearán tácticas de ataque.

Día 29 de Diciembre de 2012, Badajoz-España

Aitor se despierta a las 5 de la mañana, se prepara, le escribe una carta a sus padres y va al monte, donde ha quedado con Natalia. Una vez allí, los dos juntos, ella pregunta:

-¿Has aprendido algún hechizo nuevo? No cuenta ni el teletrasporte, ni las bolas de fuego.

-He aprendido a estirar los brazos creando raíces asesinas, y con una mano crear un escudo de hielo.

-Bien creo que eso servirá, vámonos. Coge esta foto y teletrasportanos.

Y así lo hizo.

Día 29 de Diciembre de 2012, Lugar: N/D

Aitor y Natalia aparecen en una siniestra casa, él intenta buscar una ventana, y justo cuando va a abrir una puerta, ella le agarra y se lo impide.

-Imbécil, ¿no sabes donde estamos verdad?-Pregunta muy enfadada.

-Pues, lógicamente, no.-Responde.

-¿Has visto la niña del exorcista alguna vez?

-Si, ¿por? Me estas asustando.

-Porque esto es algo parecido. Dicen que una vampiro extraviada, buscaba al elegido para matarlo por haberse ido con los hombres lobo, pero ellos, la encerraron en una casa y el elegido la conjuró. Y supuestamente, si un elegido pasa a 100m de su casa le absorbe, porque si lo mata sería libre.

-¿Ahora va la parte en la que me suicido?

-No, ahora va la parte en la que salimos de aquí.

Entonces, muy pegados y agarrados, van los dos juntos buscando una salida abriendo puertas. Hasta que abren una y….

-¡Aaaaaaah!,  me cago en la…-Natalia le tapa la boca y le indica silencio. Solo había sido una rata.

Más tarde, encuentran la puerta de salida, pero justo antes de poder tocarla una fuerza les manda al salón y los estampa en la pared.

-Hola chico. Te he estado esperando durante muchos años.

Cuando Aitor abre los ojos, no se puede imaginar lo que ve. Primero, Natalia inconsciente en el suelo, y segundo, la vampiro asesina que le quiere matar justo enfrente. Pero él no se lo piensa, es mucho más valiente que antes, y le tira tres bolas de fuego. Pero antes de que impacten, ella pega un salto y atraviesa el tejado; cuando cae es muy tarde para Aitor, ya que lo hace justo detrás suya y le pega un puñetazo en la espalda.  Él sale disparado y atraviesa una pared. Cuando abre los ojos la chica se esta lanzando hacia él para morderle, pero en un acto reflejo, Aitor invoca una pared de hielo y la bloquea. Luego le lanza raíces y la atrapa. Ya no sabe que hacer, pero, de repente, algo le atraviesa y desaparece, convirtiéndose en polvo.

-¿Qué harías tú sin mí?- Natalia se había despertado y le había clavado una estaca en el corazón.

- ¿Yo no puedo tener una de esas?

-Yo la necesitare para matar vampiros, tú puedes usar bolas de fuego. Y contra los lobos usaré esta navaja de plata, tú aprende a lanzar rayos de hielo. Ahora vamos a Lyon.

Y juntos se teletransportan, esta vez de verdad, a Lyon.

Día 29 de Diciembre de 2012, Lyon-Francia

Ahora si están en el lugar indicado, así que se ponen a buscar a los hombres lobo, para dialogar con ellos.

-Todavía no me has dicho porque vamos a ver a los hombres lobo.- Suelta Aitor.

-Verás, los hombres lobo, a diferencia de los vampiros, aceptan treguas, es decir, que si les ayudo a ganar, yo podría vivir sin poderes en la tierra, y aunque tenga 220 años, cuando, pierda los poderes tendría los años con los que me quedé, 17.

-¿Tienes 220 años?

-¿Solo te has quedado con eso? Pues para que lo sepas, aunque tuviese la edad real de 220 años, sería más guapa que tú.

-Te molo, ¿verdad?

-¿A que viene eso?- Natalia, después de hablar se ruboriza y Aitor se empieza a reír.-Imbécil.

Una vez que llegan al refugio de los lobos, miran a su alrededor y solo ven vagabundos. Al rato de buscar al líder, que según Natalia, llevaba el colgante de la sabiduría, con la forma del signo de Volkswagen. Y entonces alguien les agarra y les lleva a un callejón.

-¿Quiénes sois? – Pregunta.

-Yo soy Natalia, una vampiro exiliada, que busca una tregua con el líder de los lobos.

-¿Y tú, quién eres?

- Yo soy Aitor, el elegido- Y tras decir eso un montón de basura del callejón, empieza a levitar a su alrededor.

-Muy bien, me lo creo. Yo soy Juan Jesús, pero la gente me llama “Jota”, y soy el líder de los lobos.

-Yo eso no me lo creo, eres muy joven. – Manifiesta la chica.

Tras ese comentario, Jota empieza a aullar y unos 200 lobos cierran el callejón. Luego se saca el colgante de  líder de la camiseta y lo muestra, pero antes de que hable, Natalia le interrumpe:

-No digas nada, ya te creo.

Jota, al oír eso, saca una sonrisa de satisfacción, y les lleva a la zona de reunión. Éste les explica el plan, y lo que tienen que hacer, les dice que ya son unos 650 hombres. Luego, Natalia menciona que los vampiros son más de 2000. La cara de los lobos después de aquel comentario cambia de, feliz y tranquila, a asustada y preocupada. No saben que hacer, Pero entonces pasó una cosa increíble. Sin que nadie le dijese nada, Aitor se teletransportó y volvió con un montón de personas, unas 1200.

-Estas personas, son de hospitales de diversas zonas del mundo. Morirán en cualquier momento por cáncer, o se quieren suicidar porque son minusválidos. Me han dado su consentimiento, para que les convirtáis en lobos sanos. Creo que os vendrían bien.

-Muy bien hecho, elegido- Articuló felizmente Jota.

-Llámame Aitor.

Entonces, les convierten a todos en grandes lobos de batalla. Tras una cuenta exacta eran 1976 lobos. Jota dijo que se dividirían en ocho grupos de 247. Y que los lobos españoles que se habían aumentado a 70, les apoyarían la retaguardia. Tras estar de acuerdo con el plan, todos se fueron a dormir.

Día 4 de Enero de 2013, Pirineos- España/Francia

Se alza la luna roja, mientras los bandos opuestos aguardan cada uno a un lado de la frontera. Los vampiros están en los pirineos españoles, mientras que los lobos, Natalia y Aitor en los franceses. Cuando la luna llega a la zona más alta, justo encima de ellos, no hay tiempo para escatimar en palabras, comienza la batalla. Lobos y vampiros saltan por encima de las montañas estrellándose unos con otros. Mientras que Los dos chicos dan un rodeo por los montes para cruzarse con Magnum. Jota les intenta cubrir hasta que un vampiro le rompe el cuello y va a por ellos. Aitor entonces lanza una bola de fuego y se deshace del vampiro. Acto seguido de aquello, aparece Magnum que ha visto el estallido. Él y Natalia se miran y se enfrascan en una lucha, mientras los vampiros se han desecho tanto de los lobos de delante como los de repuesto. Magnum deja inconsciente a Natalia de un puñetazo y se acerca a Aitor.

-Has perdido, tu ejército de chuchos malolientes a muerto, ¿que vas a hacer ahora que voy a matarte?

-¡Matarte yo a ti primero!

Aitor se embadurna de fuego y se lanza a Magnum; tanto el uno como el otro empieza a pegar puñetazos, hasta que uno de los de Aitor, tira al suelo a Magnum. Del brazo de Aitor sale una espada de fuego, pero antes de que atraviese a Magnum, una navaja de plata le atraviesa el estómago, y cae de rodillas. Tras esto, Natalia, con su cara llena de sangre, le clava a Magnum una estaca en el corazón y lo mata.

-¿Por qué?- Suena la voz de Aitor, casi sin aliento.

Día 1 de Diciembre de 2012, Lugar: N/D

Una chica se cuela por una alcantarilla, empieza a andar por un pasillo, hasta llegar a la habitación de Magnum. Cuando le encuentra, empieza a hablar:

-Te he conseguido 2000 hombre que te esperan en la plaza subterránea de Barcelona. Y he encontrado al elegido esta en Badajoz, Extremadura.

-Perfecto, sabía que podía contar contigo. El plan será el siguiente, primero irás a un orfanato de allí, y con tus poderes de convicción, te irás con la primera familia que vaya allí. Les convencerás para ir a vivir a la casa de al lado del chico, si ya vive alguien, pues que mueran todos. Cuando llegues, hazte su amiga, cuéntale tu problema, dile lo que eres y lo que es él. Luego, ven con él diciendo que tienes al elegido, pero que no tienes a los hombres que pedí. Yo te desterraré y os iréis con los lobos. Cuando seáis sus amigos, la noche antes de la luna roja, muérdeles a todos mientras duermen, así no tendrán energía. Cuando mueran todos y solo quedemos tú, yo y el elegido, esto es importante, te tiraré al suelo, y te harás la inconsciente. Si ves que me va a matar, apuñalale por al espalda y lo matas. Ya esta, ¿crees que saldrá todo así?

-Si, pero ¿Cómo me llamaré para dicha misión?

-¿Cómo te llamas en realidad?

-Julia.

-Pues…te llamarás Natalia. Ese será el nombre que pondrás en la ficha del orfanato. Y de apellidos, di que no los sabes.

-Muy bien señor, adiós. Otra vez.

Día 5 d enero de 2013, Lugar: N/D

Aitor se despierta; está atado a una silla de pies y manos, y tiene una cinta que brilla en la cabeza. Esta en una sala oscura, seguramente, en el subsuelo vampiro. Intenta arder para salir, pero no puede. Una chica se acerca a él.

-¡Eres una asquerosa! ¡Mentirosa! ¡Te mataré!

-Callate, y deja de intentar hacer magia, la cinta no deja que la produzcas.

- Entonces, explicame Natalia…

-Soy Julia.

-¡Pues Julia! ¿Porque mataste a Magnum?

-Porque según el plan, él no me iba a arrebatar los poderes con la espada de Gabriel; me mintió. Ahora mando yo. Tenía un plan desde el principio de todo, por si acaso pasaba algo así y como mordí a los lobos la noche de antes de la luna roja, ¿a que no lo adivinas? La cosa mejoró, para mi claro, porque además de un ejercito de 1000 vampiros, tengo otro de 2000 lobos zombi. Yo nunca me lo habría imaginado. Podré dominar la tierra. Y te dejaré vivir para que sufras lo ocurrido.

-No se como pude confiar en ti.

-Yo tampoco.

Entonces Aitor, loco de rabia, se impulsa con el tronco y se cae junto a la silla. La cinta de la cabeza se le suelta, y, rodeándose de fuego, se deshace de la silla y los nudos. Se incorpora y mira a Natalia, ¿o era Julia? Que más le da su nombre, la va matar. Pero antes de que pueda hacer nada, un lobo sin pelo, y con la piel podrida, se abalanza sobre él dejándolo inmóvil.

-No puedes ganar esto.- Observa Julia.

-Eso lo dirás tú-Responde éste.

Su rabia llego a tal nivel, que los ojos se le ponen en blanco, y una onda expansiva estrella al lobo zombi y a Julia contra la pared. Entonces, le lanza rayos al lobo, hasta que este revienta, esparciendo sangre por toda la sala. Julia, sin embargo, pega un salto, rompiendo el techo de allí y el suelo normal, y se le escapa. Cuando Aitor le alcanza, ella se encuentra detrás de un ejército de zombis lobo y de vampiros; unos 4000 en total. Pero su rabia era tan grande que crea una bola blanca con la mano, como las de “dragon ball” y pega un salto de película, hasta ponerse encima de todos los monstruos, entonces suelta la bola, que tras impactar en el suelo, crea una explosión mayor que la que se produce con una bomba nuclear.

Aitor cae al suelo y, al levantarse mira a su alrededor. Kilómetros y kilómetros de muertos, y al fondo, Julia. Él y ella empiezan a correr hacia el centro de muertos, Julia con sus garras, y Aitor con su espada de fuego. La colisión es impactante, y ambos salen disparados metros atrás. Aitor, que, gracias a su rabia, controla con total facilidad su poder, hace que las piedras del suelo inmovilices de cadera para abajo a Julia y que las ramas de los árboles lo hagan de la cadera hasta el cuello. Detrás de Julia, había un coche aparcado.

-Vaya con el elegido. Tenias que desterrar a un bando, no extinguirnos a todos.- Julia hace algo a su espalda pero no se ve.

-Esto es lo mejor para el universo.

Y tras ese comentario, con su espada de fuego,  le corta la cabeza a Julia. Al estar su cuerpo ya inerte, de su mano cae una bola con una anilla. Al caer contra el suelo explota, y manda a Aitor hacía atrás.

El coche, también explota, y muchas de sus tuberías de metal, tras la explosión, salen disparada y atraviesan el pecho y las piernas de Aitor. Tras caer piensa en lo ocurrido, le había engañado, iba a morir el día antes de su 18 cumpleaños, por una granada de mano. Había podido con lobos, normales y zombis, con una niña del exorcista y con vampiros, pero no con una granada de mano. No llegaría a tener novia, ni a tener trabajo, ni a casarse, ni a tener hijos, ni nietos. Y tras pensar eso, cerró los ojos.

Epílogo:

Día 13 de Julio de 2063, Madrid-España

Querido diario:

Ya llevo 45 años viviendo aquí en Madrid, de los cuales estuve 21 viviendo con mi mujer, Marta,  mi hijo Juan Jesús y mis dos hijas, Natalia y Julia y 24 sin ellos. Con 18 años estuve ingresado en un hospital, en Badajoz. A los 19 salí en silla de ruedas, fui a la universidad y me saqué la carrera de catedrático de historia. Empecé a trabajar a los 22, la gente me felicitó porque conseguí el puesto muy joven. Y a los 23, me mude aquí, porque me contrataron. Con 44 años tuve un accidente con mi familia, yendo en tren; éste se estrelló y solo hubo 13 supervivientes, entre ellos yo, y 146 muertos, entre ellos mi mujer y mis hijos. Ahora tengo 68 años, sigo en silla de rueda, y todo por lo que pasó el 5 de Enero de 2013, algo que nunca olvidaré, pero que me guardaré en la tumba para siempre.

Firmado: Aitor Fernández Gales.

Aitor cierra su diario, apaga la llama de su mano, y se mueve en su silla de ruedas hasta la cama (no puede teletransportarse por su invalidez) levita las sábanas, se tumba, y apoya las sábanas encima suya. Suspira y cierra los ojos. Para él su vida terminó, aquel 5 de Enero de 2013, hasta que conoció a Marta. Luego volvió a morir por dentro el día 28 de Febrero de 2038, cuando murieron su mujer y sus hijos. Y allí tumbado en su cama, pasó su última noche antes de incendiar su casa y suicidarse.

Fin

José Herreros.

 

"SIN TÍTULO"

Todo ocurrió en una noche de luna llena. Cuando los peligros son más numerosos. Cuando los perros y los lobos aúllan. Cuando los dementes se descontrolan. Cuando hay más muertes. La enorme luna llena que brilla en los cielos, guiando al caminante. Pero en la noche, y más en este tipo de noches, hay dos tipos de caminantes; los humanos y los    no-vivos, también llamados vampiros.

Sí. VAMPIROS.

Existen innumerables leyendas, mitos, rumores, libros, artículos, páginas….en Internet. Aunque nada se basa en la realidad. Sólo en conjeturas e historias fantasiosas que existen desde la Antigüedad. Pero toda leyenda tiene parte de verdad. 

Londres, 1808.

El Imperio Napoleónico se extendía por multitud de países, pero no por Inglaterra.Los nobles aún seguían celebrando majestuosas fiestas en sus castillos y palacios.Sin embargo, existía un duque que vivía apartado del mundo, en un antiguo palacio que daba la sensación de estar abandonado desde hace tiempo. Rodeado de tierras de cultivo y bosques; era un lugar tranquilo.

Del duque, eran contadas las personas que lo habían visto en persona. Los rumores decían que tenía una belleza sobrenatural; otros que había hecho un pacto con el Diablo…Pero, por muy mal que lo describieran, la realidad era que las personas a su cargo no tenían queja alguna de él.

De los soldados que regresaron años después de las cruentas guerras contra Napoleón, morían una gran mayoría de ellos; por falta de sangre, según los médicos.Pero, la razón por la que los soldados morían por falta de sangre, eran los vampiros; quienes, aprovechando el clima tan nublado de Inglaterra; eran capaces de salir incluso de día, algunos disfrazados de médicos y enfermeras para así, estar más cerca del alimento. De hecho, parecía como si en los campamentos hubieran más vampiros que humanos.

Afueras de Londres, 1814

Cerca de uno de esos campamentos, vivía un leñador con sus dos hijas, Jane y Mary.Jane era la mayor, tendría unos dieciséis años y era hermosa. Su cabello castaño caía en cascada sobre sus hombros tenía unos increíbles ojos negros con forma de almendra. Su hermana menor, Mary, apenas tenía seis años. Una jovencita de cabellos como el oro y ojos tan o más azules que el cielo. Sus ropas eran modestas, pero sabían cómo arreglarlas.Su madre había desaparecido hace muchos años, cuando Mary aún era un bebé.Todos los días que podían, Jane y Mary jugaban al escondite en el bosque.

-Jane, Jane, juguemos de nuevo por favor.

-Mary, estoy muy ocupada ahora mismo haciendo la colada. Y que estés haciendo pucheros no va a ayudarte.

-Por favor…

-Bueno…está bien, pero espera a que acabe.

-Sí-dijo con una enorme sonrisa.

Poco después, las dos hermanas se dispusieron a jugar.

-¿Qué quieres hacer Mary, esconderte o contar?

-¡Esconderme, esconderme!

-Bien. Entonces yo tendré que contar y buscarte, Mary. Pero no te alejes demasiado.

-Sííí.

Apoyándose contra el tronco de un gran árbol, Jane empezó a contar:

-Uno, dos, tres…

Mary corría todo lo que podía. Conocía bastante bien el bosque, razón por la que su hermana la dejaba sola por allí. Corriendo y corriendo, llegó sin pretenderlo al campamento médico-militar, repleto de muerte y agonía.Mary desentonaba claramente en el ambiente; parecía un rayo de Sol en mitad de la tormenta, una luz en medio de aquel paisaje gris y deprimente, con gruesas nubes oscuras.

Paseó por las calles improvisadas, pero nadie parecía percatarse de su presencia. Bueno, sólo los médicos que corrían de un lado para otro con medicinas o para atender a un enfermo que había empeorado y los enfermos no se percataban de su presencia. Pero el resto sí.Mary avanzó por la encharcada calle de tierra del campamento, con cientos de ojos imperceptibles clavados en su espalda. Todo lo que veía a su paso era enfermedad, agonía y muerte.Cada vez, avanzaba con más inseguridad y temor.Parecía como si la poca vida que allí había, se fuese extinguiendo, al igual que las últimas luces del día, cada vez más despejado.

Con el avance de la noche, aumentaba el pesimismo en el ambiente. Comenzaba a hacer frío también, por lo que Mary quería regresar a casa. Pero el campamento era inmenso y se había perdido.

-¿Qué haces aquí sola, pequeña? No deberías estar aquí.

Mary, temblando en parte por el frío y en parte por el miedo; consiguió darse la vuelta y estar cara a cara con quien le había preguntado.Se encontró frente a un joven y apuesto médico y una enfermera de iguales características que el médico.

-Lo…lo…lo si…siento mu…cho. Es…estaba ju…ju…gando, llegué a…aquí por el bosque y… no…no sé cómo vol…ver…

-¿Y cómo puedes estar por el bosque sola? ¿No sabes lo peligroso que es para una niñita como tú?-Le preguntó el doctor.

-No…no pasa na…da. Co…conozco el bo…bosque muy bien. Pe…pe-pero no sé có…cómo re…regresar al bos…que desde a…aquí.

-Aún así. No es seguro para ti de todos modos. Espera…¿tienes frío?

Aunque pareciese una pregunta; el doctor lo dijo casi como una afirmación, pues no faltaba mucho para que la noche cayera sin piedad sobre ellos con toda su fuerza y la niña no dejaba de titiritar.

-Minerva, tráigale una manta limpia a esta niña rápidamente, por favor.

-Sí, doctor.

La enfermera, se dirigió con paso ligero en dirección a una tienda y, regresó en breve de ella, con una pequeña manta cogida por su mano izquierda.Parecía más alegre que cuando se marchó.Envolvió a Mary con la manta y la niña dejó de temblar.Empezaron a encender antorchas y candiles en las calles y tiendas del campamento. La noche había caído finalmente. Había algunas pequeñas ráfagas de viento provenientes del río.El cielo se despejó y la retirada de las nubes descubrió un cielo negro que se extendía más allá de lo que cualquiera puede imaginar, estampado por miles de estrellas como puntitos luminosos y una imponente y hermosa luna.

Una luna llena.

-Creo que, puesto que ya es de noche deberíamos acompañarla a casa.

-Sí, pero sí quiere podría acompañarla yo sola a casa.

-No, Minerva. Puede acompañarme o no, pero no puedo permitir que dos señoritas deambulen solas por el bosque de noche. Y más en una noche como ésta.

-Sí, doctor. Cómo guste.

-Bueno, pequeña, espero que de verdad conozcas el camino de regreso a casa-dijo sonriendo amablemente el doctor.

-Sí-dijo Mary sonriendo, pues tanto el miedo como el frío se habían desvanecido.

Cuando estaban a punto de entrar en el bosque, (algo alejados del campamento); un lobo aulló a lo lejos. Segundos más tarde, otros le respondieron desde distintas direcciones. Y también aullaron perros.

-Esto es una mala señal. Iré a por un caballo. Quedaos aquí, por favor.

Y el doctor se alejó hacia los establos, más allá de una densa niebla que había aparecido por la humedad y el frío.La paz de la noche, ahora animada por el sonido de búhos y lechuzas, fue interrumpida por decenas de gritos de dolor provenientes del campamento. Instantes después, se hizo el más absoluto de los silencios.Mary temió por el doctor, mientras Minerva parecía claramente satisfecha.

-Pequeña, creo que deberíamos continuar solas a pie.

-Pero el doctor dijo…

-El doctor está tardando demasiado. Si seguimos aquí por mucho más, puede que lo que sea que haya atacado al campamento, también nos alcance.

Un gran resplandor llegó del campamento y enormes columnas de humo ascendieron hasta el cielo; humo tan oscuro como el cielo (con diferentes olores que se mezclaban, entre ellos el de carne humana), que, incluso; ocultaban a la luna intermitentemente. En ese momento, se escuchó a lo lejos el crepitar de los cascos y el relinchar de un caballo. La silueta de un caballo con su jinete a través de la niebla, apareció ante sus ojos, y avanzando directamente hacia ellas.

-Vamos pequeña, ven conmigo, ¡rápido!

Sin darle tiempo para responder, Minerva cogió a Mary de la muñeca y se dispuso a correr con ella bosque adentro. Aquella mujer corría mucho más que una persona normal, tenía una agilidad y reflejos superiores, también. Mary iba prácticamente volando, pues no le daba tiempo a apoyar los pies en el suelo. Maleza y troncos caídos aparecían y desaparecían prácticamente al mismo tiempo bajo sus pies; esquivaban ramas y árboles con una precisión asombrosa y…su mano estaba tan fría…

Ya no se veía el resplandor del incendio y los únicos sonidos que se escuchaban era el ruido de la respiración y el latir del corazón de Mary. Ella no entendía que estaba sucediendo.

-¡Quiero volver a casa!

-Shhh…No grites, ni hables siquiera o nos encontrarán.

Unos ruidos se escucharon sobre sus cabezas, como si un animal se moviera entre los árboles. Un animal muy rápido.

-Buen intento, Minerva. Pero deberías saber que tu velocidad es muy inferior a la mía.

Minerva se giró rápidamente y, aunque apenas habían pasado unas décimas de segundo; se encontró a escasos metros del emisor de aquella voz desafiante.

-Vaya, doctor. No estaba segura de cuál era su posición, pero acaba de aclarármela por completo. ¿O tal vez debería llamarle “Duque Old Gray”?

-Veo que usted tampoco ha perdido el tiempo.

-Sí. Le he investigado. Un noble apartado del mundo; bueno en apariencia con sus trabajadores, pero la verdad es que… más que trabajadores, perecen su ganado personal; del que se alimenta noche tras noche sin que lo sepan, siquiera.Uno de los vampiros más antiguos y poderosos; pues la fuerza aumenta con el paso de los años. Y no le estimo en menos de quinientos años.

-Bueno, en realidad si contamos desde mi nacimiento humano, yo diría que tengo unos quinientos veinticinco años.

-No dejaré que le hagas a esta niña lo mismo que me hiciste a mí.

-Minerva, te di una belleza muy superior a la humana y la inmortalidad; características con las que los humanos sólo pueden soñar. Creo que eso no es ningún agravio. Y sí; mi posición no ha cambiado  desde la noche en que me convirtieron. Lo admito, soy incapaz de resistirme a la sangre humana, y mucho menos en las noches de luna llena.

Los ojos del que hasta entonces, Mary había creído un amable doctor, se tornaron rojos como la sangre; unos lunáticos ojos carmesí que demandaban más sangre.

-¿Es que aún no has tenido suficiente con el campamento?

-¿Creías acaso que unas decenas de enfermos anémicos y menos de una docena de médicos serían suficientes para mí y para el resto? No. Y el dulce aroma de la sangre inocente y virgen de esta niña me embriagó desde el primer instante, al igual que a los demás. Por ello, después de alimentarnos, incendié el campamento. No sólo para borrar las pruebas de nuestra existencia; sino también para deshacerme de ellos. Y ten por seguro que la única razón por la que aún sigues con vida es porque de haber derramado una sola gota de sangre allí, a estas alturas me habría quedado sin postre-dirigió su mirada hacia Mary y paseó su lengua por sus pálidos labios.

-No dejaré que le hagas a esta niña lo mismo que me hiciste a mí. No permitiré que le arranques la vida por un capricho, que le otorgues una sed constante de sangre; que tenga que alejarse de todos a los que conoce; incluso su familia, por el miedo de matarlos durante la luna llena o en un momento de debilidad; que no pueda vivir en el mismo lugar durante mucho tiempo para que la gente no sospeche lo que eres;que la utilices durante un tiempo y la abandones a su suerte cuando te canses de ella. ¡Haré lo que sea para protegerla de ti!

-Inténtalo. Sin embargo, veo que eres capaz de controlar tu hambre a la perfección, a pesar de estar junto al más dulce de los manjares.

-No es tan sencillo cómo parece. Sabía que dentro del campamento no te atreverías a tocarla, por lo que aproveché la excusa de ir a buscarle la manta para alimentarme en los establos.

-Ya veo. Así que ésa es la razón por la que sólo pude encontrar un animal en condiciones. En fin; creo que nos estamos olvidando del aquí y ahora. Sabes perfectamente que no eres rival para mí, así que te daré una última oportunidad: ¡Apártate!

Minerva tragó saliva. Sabía que no viviría más allá de esa noche.Mary pudo leerlo claramente en sus ojos. Así como el miedo y; también, al mirarla a aquellos oscuros y profundos ojos, sintió algo que le era familiar.Minerva se acercó a la niña y, entre lágrimas de sangre, le susurró algo al oído.Algo que Mary no olvidaría jamás.Un segundo después, Mary echó a correr en dirección a su casa. Miró hacia atrás y pudo ver como Minerva, (ahora con unos ojos entre el rojo y el dorado, de los que aún resbalaban las lágrimas que habían formado unos ríos carmesí en su rostro), le sonrió tristemente antes de girarse y encarar a su oponente en una batalla; de la que sabía, no saldría viva.Mary corría y corría todo lo que podía, aunque era difícil por la manta que le impedía correr más rápido y además se enganchaba con cualquier rama. Y con la luna por única guía en la noche.Minerva la había dejado bastante cerca de su casa. Ya casi podía distinguir los haces de luz provenientes del interior de su casa cuando…

Escuchó a su espalda el aleteo de cientos de pájaros que emprendieron el vuelo y cruzaron el cielo por delante de la gran luna llena.Mary se detuvo para recobrar el aliento. No podía soportarlo más. Y no sólo físicamente. Ahora tenía la certeza de que Minerva había muerto.Se abrazó con fuerza a la manta y derramó unas lágrimas silenciosamente. Apenas la había conocido, pero se había sacrificado para salvarla. Y había un motivo más que no conseguía adivinar.Algo se acercaba a Mary a gran velocidad. Mary contuvo sus sollozos y, asustada, se quitó la manta y echó a correr de nuevo haciendo un esfuerzo sobrehumano, pues apenas le quedaban fuerzas.Le quedaban tan pocas fuerzas que, sabía que si se caía, no podría levantarse.Corrió sin mirar a ningún otro lugar que no fuera el frente, por lo que poco después, tropezó con una rama, perdió el equilibrio y cayó. Cayó con tanta fuerza por la velocidad a la que iba que, las faldas del vestido se le subieron hasta la rodilla y se hizo un corte bien visible pero poco profundo en la rodilla derecha, del que empezaba a brotar sangre.El doctor apareció ante ella y lamió la sangre de la herida. Mary temblaba de miedo. Los ojos del doctor eran ahora de un rojo mucho más oscuro que antes y todo él estaba salpicado de sangre, con algunos rotos en la ropa y heridas que cicatrizaban rápidamente. Levantó la mirada hasta encontrarse con los cristalinos ojos de Mary y dijo:

-Mi postre ha tardado demasiado.-Y clavó sus colmillos con fuerza en el cuello de la niña.

El vampiro ahogó el grito de Mary tapándole la boca con una mano. Pero no pudo evitar sus lágrimas, lo cual hizo que bebiera con más ganas.No había pasado ni un minuto cuando; de repente, todo el cuerpo del vampiro se tensó y extrajo los colmillos del cuello de Mary, poniéndose en pie y mirando hacia todas direcciones mostrando los colmillos desafiante.Mary, aprovechando que el doctor parecía no prestarle atención, y aún con la sangre corriendo en un hilillo que parecía sin fin por su cuello, (proveniente de los dos orificios originados por los colmillos del vampiro); se levantó lentamente apoyándose en lo que pudo e intentó correr hasta su casa, mas tropezó de nuevo y sólo pudo llegar al claro en el que estaba situada su casa.El doctor fue de nuevo hacia ella y, cuando estaba a punto de abalanzarse de nuevo sobre Mary; una pared invisible lo detuvo.Parecía estar dando puñetazos y patadas al aire; mas había una línea invisible que no era capaz de atravesar de ninguna forma.Mary, con la vista algo borrosa y la mente algo ausente por la falta de sangre, vio unas luces que se acercaban a ella.El vampiro, nervioso ante la situación de estar rodeado, dijo:

-Bueno. Creo que me conformaré. Ahora sé la razón por la que Minerva te protegía tanto. Sois en cierta forma parecidas; vuestra sangre es parecida. Sé que nos volveremos a ver en el futuro porque me buscarás. Siempre lo hacen. Pero te aconsejo que, llegado el momento de nuestro reencuentro, te olvides de la venganza a menos que estés dispuesta a morir por conseguirla. Esa es una suerte que ya han corrido miles antes que tú, como Minerva; hace apenas unos minutos. Por lo que esto no es un adiós, sino un…¡Hasta pronto!

Y se esfumó, convertido en humo negro.

Lo último que Mary recordaría de esa noche antes de desmayarse, serían las caras de preocupación que la observaban y le preguntaban cómo estaba, de aldeanos con antorchas y armados con herramientas del campo como hoces, rastrillos…

Y se sumergió en lo más profundo de su mente.

-¿Dónde estoy?¿Desde cuándo tengo unas manos tan pequeñas? ¿Por qué parece que mi voz sólo se escucha en mi cabeza?

Mary estaba acostada sobre un colchón muy fino y rodeada por unas paredes de madera…

Una mujer muy alta (o por lo menos a Mary se lo parecía), se puso delante de Mary y la miraba desde arriba.

-¿Dónde se encuentra mi pequeño rayo de Sol? ¡En su cunita como siempre!

Mary alzó las manos hacia arriba contenta sin que pudiera hacer nada por impedirlo y la desconocida mujer (pues Mary no podía ver su cara), extendió los brazos hacia ella y la cogió. Mary miró hacia abajo y vio el lugar en el que acababa de estar: era una cuna.

-¡Mamá, el fotógrafo ha llegado!¡El fotógrafo ya ha llegado!

-Jane, no grites tanto.

-¿Mamá?¿Jane?

Mary se fijó en los rasgos de la niña de no más de diez años que la observaba sonriente.

-Sí, estos son los rasgos de Jane. Entonces la persona que me tiene ahora mismo debe ser mi…

La mujer sin rostro alzó a Mary hasta la altura de su propio rostro y juntó sus naricillas, como hacen los esquimales, y el rostro que Mary vio fue el de…

-¡MINERVAA!

Mary se hallaba sentada en la cama, tras haberse despertado de lo que parecía, acababa de ser un sueño muy profundo y vívido. Estaba empapada en sudor, como si acabara de despertar de una pesadilla. Se pellizcó en la mejilla para asegurarse de que estaba despierta.

Sí, sí estaba despierta porque el pellizco le había dolido. Miró a su alrededor.Ya era de día. Se encontraba en su cama, por lo que debía de estar en su habitación. Aún se encontraba algo mareada y con la visión borrosa. La luz del Sol entraba a raudales por la ventana; iluminando la estancia. Una mujer entró en la habitación. Era joven, con el cabello oscuro, y la miró a los ojos con claros signos de preocupación. Esos ojos…Mary los había visto antes…

-¡Minerva!…¡Mamá!

Y se abrazó a su cuello con todas sus fuerzas.

-¡Mary, Mary! ¡Suéltame, que me haces daño! Además…¿me has llamado por el nombre de mamá?

¿Cómo lo sabías?

Mary deshizo el  abrazo y se separó un poco para poder ver el rostro de esa joven. Era su hermana, Jane, que en esos momentos la miraba con unos ojos tan abiertos como platos.

-Mary, ¿por qué me has llamado así si tú no llegaste a conocerla?

-No lo sé-mintió.

-Supongo que habrá sido por la fiebre-dijo Jane, algo aliviada.

-Pero…¡no vuelvas a alejarte tanto o no volveré a jugar contigo!-Dijo mientras abrazaba fuertemente a Mary y sollozaba.- Nos temimos lo peor.

-Lo…lo siento, no volveré a hacerlo. Te lo prometo, Jane.

Jane se separó de Mary mientras se secaba las lágrimas con los puños de su vestido y volvía a hablar normal.

-Además, en el campamento médico-militar que había cerca de aquí, hubo un incendio y, al parecer, la única superviviente murió en mitad del bosque tras ser atacada brutalmente por un animal salvaje.Probablemente, por el mismo animal que te atacó a ti. Pero no es nada grave; con un poco de descanso y buena alimentación, te recuperarás enseguida.Jane plantó un beso en la frente de Mary y la recostó de nuevo.Salió de la habitación y, al rato, volvió con el desayuno de Mary en una bandeja.Después de que Mary lo devorara todo, con gran asombro para Jane y ella misma.Mary volvió a mirar la habitación, ahora ya con la vista en perfectas condiciones. El vestido que llevaba la noche anterior, se encontraba sobre la silla que había junto a la cama. Las manchas de sangre se observaban perfectamente en el cuello del vestido marrón de raso.Jane entró de nuevo.

-Lo siento, se me olvidaba.-Y rápidamente cogió el vestido para lavarlo y volvió a salir.

Mary se levantó de la cama y cerró la puerta. Se apoyó contra ella y se deslizó lentamente hasta sentarse en el suelo con la espalda apoyada contra la puerta. Ahora lo recordaba todo con claridad.Los ojos de su hermana Jane eran Iguales a los de Minerva, su madre, quien le había susurrado la noche anterior:

-Mi pequeña niña, vive. No dejes que te arrastre a este mundo de dolor y muerte. No quiero que veas como tu vida se vuelve un infierno por ver cómo tienes que alejarte de aquellos a los que más quieres para protegerlos ni que temas constantemente matar personas. Corre todo lo que puedas y vuelve a casa, sana y salva, con tu hermana y tu padre y vive una vida feliz por las dos. Os quiero, te quiero. Ahora y siempre, mi niña. Y ahora, ¡corre!

Lágrimas tibias comenzaron a brotar de sus ojos color cielo y a resbalar por sus rosadas mejillas.Había conocido y perdido a su madre en la misma noche.

Pero…¿cómo podría decirle a alguien lo sucedido?

Mary estaba segura de que no la creerían; ella misma no lo hubiera creído de no ser porque lo había vivido. La tomarían por loca y seguramente, la internarían de por vida en un psiquiátrico. No quería echar a perder su vida por esa noche; sino olvidarla por completo lo antes posible.Se enjugó las lágrimas con los puños de su inmaculado camisón y levantó la vista.Sobre la silla, había un objeto metálico que brillaba intensamente al ser bañado por los rayos de sol.Mary se acercó más al objeto. Era un colgante de plata con las iniciales de soltera de su madre grabadas: M.T. “Minerva Thomas”. Mary lo abrió y descubrió una foto de su familia; en la que su padre era algo más joven, su madre y su hermana Jane tal como las había visto en el sueño y ella de bebé, al igual que en el sueño; la familia Wood al completo.Ahora; Mary recordaba el instante en que su madre había deslizado algo en su bolsillo la noche anterior mientras le susurraba al oído; el mismo objeto que ahora sostenía entre sus manos y miraba con detalle. Mary cerró el colgante y se lo colocó. El mismo objeto que ya no se quitaría jamás.

Londres, 3 de Marzo de 1828.

Era el veinte cumpleaños de Mary. Catorce años después de aquella fatídica noche, Mary; ya convertida en una hermosa joven, aún recordaba con exactitud aquellos lunáticos ojos carmesí que la miraban con deseo y la sensación de aquellos colmillos al atravesar su piel.Con sólo recordarlo, una corriente fría la atravesaba en cuerpo y alma. Había tenido esa pesadilla una y otra vez; poco a poco disminuyeron pero, siempre tenía esa horrible pesadilla y aún más vívida que de costumbre las noches de luna llena. Su piel se erizaba con sólo escuchar un aullido a lo lejos. Pero ahora, su vida era muy distinta. Vivía con su hermana Jane y el resto de su familia; su marido y sus dos sobrinas en una casa adosada de la ciudad de Londres, puesto que su padre había muerto hacía unos años.Esa noche cenaron todos juntos en el comedor; incluso el prometido de Mary, Jack.Mary entró en la estancia elegantemente ataviada con un vestido blanco que le había regalado su prometido y portando la bandeja del plato principal.Iba radiante, con una gran sonrisa en su rostro. Estaba a punto de compartir su noche especial con las personas más importantes para ella cuando, de pronto, sintió como si algo se hubiera roto en su interior. Se paralizó por completo momentáneamente y la bandeja cayó al suelo. Ella cayó de rodillas, sin que pudiera evitarlo. Un fuerte dolor de cabeza se apoderó de ella y se llevó las manos al rostro, ocultando sus ojos. Los adultos se levantaron de sus asientos asustados y fueron a socorrerla. Las voces resonaban en su cabeza como si fueran ecos.

-Mary…

-…¿qué te ocurre?…

-…Mary, míranos…

Y Mary descubrió sus ojos y los miró. En ese momento sintió como si sus pupilas se expandieran y su visión se teñía de rojo por momentos. Su corazón latía demasiado rápido.Los ojos preocupados y asustados por el estado de Mary se inundaron del más absoluto terror. Y por encima de sus cabezas, por un gran ventanal, Mary vio la luna llena. Primero blanca, pura…pero tras un segundo sus ojos se volvieron a contraer y la luna se volvió roja, como si estuviera inundada por toda la sangre que se había derramado a lo largo de los siglos en su presencia y por la que aún se derramaría en el futuro.Mary sintió que las fuerzas la abandonaban y se dejó arrastrar dulcemente por la dulce promesa de descansar en paz. Mientras se dejaba arrastrar a la oscuridad, con la visión oscureciéndose más y más; escuchó al perro de la familia aullar desde el jardín.

Bum-bum-bum-bum. Una sonrisa divertida se dibujó en su rostro rendido. Mary sabía bien lo que significaba. Era un presagio de muerte. Bum. Y perdió toda conexión con el mundo, sumergiéndose en una oscuridad inescrutable.Mary Wood murió esa noche.

Dicen que antes de morir toda tu vida pasa ante tus ojos como si fuera una película. Una película en la que tú eres el protagonista. Pero lo único que pasó por la mente de Mary eran pensamientos. Ya nunca podría formar una familia. Ya nunca podría tener una vida plena. Ya nunca podría estar con su hermana ni su familia, ni con Jack… Ya nunca podría vengar la muerte de su madre. Lo siento, Madre. Pero, ahora estaré con Padre y Madre por siempre…

Ésos fueron sus últimos pensamientos antes de que la llama de su vida se extinguiera y la sumergiera en la más absoluta oscuridad. Pero también, esa misma noche de madrugada, nací yo. Me encontraba algo desorientada. Todo a mi alrededor estaba algo borroso. Sentí un dolor punzante en mi nuca, como si me hubiesen golpeado fuertemente con algo. Después de experimentar esa sensación de “algo no está bien”,miré alrededor. La visión se fue aclarando poco a poco. Reconocía el lugar. Era el comedor de la casa de Jane, mi hermana mayor. Yo estaba sentada a la mesa, en el lugar que me hubiera correspondido de haber llegado a sentarme en la mesa. Todos estaban sentados, tal cómo los recordaba. “Qué alivio, todo está bien, habrá sido un sueño”. Pero esa extraña sensación se negaba a desaparecer. Todos estaban rígidos, con la mirada perdida y sin brillo. De la impresión, golpeé la mesa por un sobresalto  y todos cayeron sobre la mesa, de forma que sus cabezas quedaron en los platos, con los ojos llenos del más absoluto terror que jamás nadie pueda imaginar. Y de su cuello, pequeños hilillos de sangre descendían. Mi vestido ahora era rojo y mi plato estaba lleno de sangre. Pude verme reflejada en el oscuro líquido rojizo. Mi cara, mi pelo, mis brazos, mis manos…Todo yo estaba manchada de sangre. Y también noté otra cosa. Mi corazón que debería estar latiendo a tal velocidad que estuviera a punto de explotar a causa del terror que me desbordaba en ese momento, no latía. No producía el más leve sonido ni realizaba un pequeño movimiento. Y  mi pecho no ascendía ni descendía a causa de la respiración. Es más, no respiraba. Estoy soñando, sí eso debe ser, estoy teniendo una pesadilla otra vez… sólo tengo que despertarme para acabar con este horror…” Mi mano derecha se disparó hacia mi cuello en busca del colgante de plata de mi madre. Estaba allí. Su tacto que se había vuelto tan conocido para mí a lo largo de todos aquellos años era inconfundible. No había duda. Aquello no era un sueño; bueno, más bien una pesadilla, sino que todo era real.

Y aquellas palabras volvieron a resonar en mi mente, como una burla o un desafío:

-…“Sé que nos volveremos a ver en el futuro porque me buscarás. Siempre lo hacen. Pero te aconsejo que, llegado el momento de nuestro reencuentro, te olvides de la venganza a menos que estés dispuesta a morir por conseguirla. Esa es una suerte que ya han corrido miles antes que tú… Por lo que esto no es un adiós, sino un…¡Hasta pronto!”

El viento gemía y la enorme luna estaba ahora manchada por la sangre de mi familia. De nuevo. El aullido de los lobos me dio la bienvenida a este mundo. A mí, la nueva Mary. A partir de aquella noche todo cambió. Después de llorar hasta que mis lágrimas se agotaron, me bañé, me cambié de ropa e incendié la casa para ocultar mis asesinatos. Sabía que yo era la culpable de sus muertes, pero no podía recordar nada de lo sucedido. Fingí mi propia muerte para no levantar sospechas entre los vecinos y me marché de la ciudad. Cambié mi apellido por el de mi madre, antes de casarse, por lo que me convertí en Mary Thomas. Desde ese momento, no viví en el mismo lugar más de cinco años. Me alimenté de asesinos, ladrones, mendigos… gente a la que nadie echaría en falta. Incluso a veces de cualquier alimaña que pudiera encontrar. Pero todo ello para lograr un fin concreto: encontrar y asesinar al duque Old Grey para vengar a toda mi familia, incluida yo. Encontré su casa, pero para entonces, ya llevaba abandonada unos cuantos años. No encontré una sola alma en varios kilómetros a la redonda. Por alguna razón, aquel lugar me daba muy mala espina, como si estuviese maldito. Pregunté en los pueblos cercanos, pero todos hablaban del duque como si fuera una leyenda.

Durante la I y II Guerras Mundiales, viajé por toda Europa y me alimenté de soldados y personas que sabía, seguro morirían. Tras el fin de la II Guerra Mundial, atravesé el Atlántico  y me establecí en Estados Unidos, dónde; había oído se había formado una organización de vampiros convertidos en contra de su voluntad por otros que convertían a muchos más, a los que llamaron“caciquistas”. Y he vivido en Nueva York; la “Ciudad que Nunca Duerme” desde entonces, donde se encuentra su sede. Gracias a la A.V.C.V.C (Asociación de Vampiros Contra Vampiros Caciquistas), aprendí mucho sobre los vampiros. Que sólo te convertirás en vampiro si te muerden durante las noches de luna llena, que puedes convertirte en la misma noche o pasar hasta años, pero siempre en noches de luna llena, que los lobos aúllan si nos detectan y los perros aúllan cuando presienten que alguien va a morir, que no podemos entrar en casas ni propiedades privadas sin el permiso del dueño o de los dueños (y esta es la razón por la que no morí desangrada la noche en que me mordieron), que los vampiros se vuelven más salvajes y es más difícil controlarse en las noches de luna llena y la noche en que te conviertes… lo típico en tantas novelas y películas sobre el Sol (no aparezcas delante o eres vampiro frito) y las estacas (mortales en el corazón, si es en otra parte duelen muchísimo), y si separan la cabeza del cuerpo también estás realmente muerto. Sin embargo con el ajo no pasa nada (sólo obtienes un aliento a ajo persistente). Que los vampiros muy antiguos se convierten en polvo al morir y los más jóvenes se descomponen en apenas unas horas…

Gracias a esta organización, hemos vengado a miles de personas (incluidos nosotros), porque está distribuida (aunque secretamente), por todo el mundo y ayudamos a que todos los que quieran puedan llevar una vida lo más parecida a la humana posible. Durante el día, viajamos en vehículos con cristales tintados, entramos a los edificios por los parkings y trabajamos en edificios o locales con cristales especiales que no dejan pasar los rayos ultravioleta del Sol (que son los mortales para nosotros). La mayoría investigamos para poder localizar a los “caciquistas” y los cazamos cuando tenemos la oportunidad. Sí, en la Asociación, la mayoría somos vampiros que cazan a otros vampiros por venganza y para asegurar un mejor futuro para la Humanidad. Y por la noche, podemos hacer todo cuanto queramos.

Trabajamos con algunos humanos que saben lo que somos para que nos encierren en unas cámaras acorazadas especiales durante las noches de luna llena y luego nos abran, lógicamente. Ahora, siempre que podemos, nos alimentamos de bolsas de sangre de los hospitales y cada uno trabaja para realizar su venganza, pero cuando llega el momento, todos nos unimos para ayudar. Y en este mismo instante, estoy sentada en un despacho de uno de los rascacielos más altos de la ciudad, mientras contemplo las luces y la vida que tiene y juego con el colgante entre mis dedos; el colgante de plata que me entregó mi madre hace ya cerca de doscientos años, con las iniciales M.T., que se convirtieron también en las mías. Y de vez en cuando, lo abro y observo la foto de mi familia y la foto que nos hicimos el día en que cumplí veinte años, dos familias        que fueron mías y ambas destruidas de forma directa o indirecta por un vampiro caprichoso y cruel, cuyo nombre no he podido olvidar “Duque Old Grey”.

Juro que trabajaré sin descanso hasta que logre vengar la vida de felicidad que me arrebataste y que moriré por ello si es necesario. Vengaré la muerte de la familia que tuve y de la que podría haber tenido. Incluso haré que maldigas no haberme matado cuando tuviste oportunidad. Lo juro, aunque sea lo último que haga en esta vida. No importa dónde te escondas, te encontraré. Y a partir de ahora, empieza mi venganza. Prepárate.

 

Isabel Sánchez Solano.

 

 

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